viernes, 1 de abril de 2011

Profetas del apocalipsis ¿deseado?

La crisis que vivimos, la tan manida crisis, ha sacado a la calle y sobre todo a los foros políticos periodísticos y de tertulias, a multitud de agoreros que parecen disfrutar y regodearse con una situación que es dramática para demasiados compatriotas.

Se resalta en grandes titulares, se editorializa todo, absolutamente todo lo negativo que acontece a nuestra economía. Sin embargo las noticias buenas, aunque pocas, se minimizan y se les da, cuando se les da, un tratamiento escaso. Pondré un ejemplo. Hace unos meses la deuda soberana española era difícil de colocar y se hacia a intereses que no se alcanzaban desde 2002.

Me parece que la mayoría de los españoles no sabíamos lo que era la deuda soberana hasta entonces. Grandes medios de comunicación lanzaban portadas a toda página, editoriales, gráficos y opiniones sobre lo dramático de la situación. Tertulianos de verbo encendido se lanzaban a la yugular del Gobierno, al que hacían responsable de la situación. Los lideres mas “patriotas” se desgañitaban, dentro y fuera de España, pregonando la calamitosa situación de nuestra economía, situándola al borde de colapso y de la intervención como sucedió con Grecia o Irlanda. Se creó entre la población un sentimiento de desastre, caos y derrotismo. Justamente lo contrario de lo que hace falta para salir de una situación complicada.

Frente a la gran cobertura dada a aquella situación, contrasta la escasa repercusión que han tenido noticias de signo claramente contrario, aparecidas esta semana. El pasado martes 22 se colocaba deuda española por debajo del 1% de interés y con una demanda que superaba claramente a la oferta. Es decir, nuestra deuda es atractiva, aunque genere menos intereses.

Crece, por lo tanto la confianza de los inversores en la situación económica española. Otra noticia, que prácticamente ha pasado desapercibida: en el mes de enero, por primera vez en la historia contabilizada, España vende más productos y servicios a la Unión Europea de los que importa. Es el primer superávit comercial de la historia de nuestras relaciones con la UE. También hemos sabido que la inversión directa de otros países en España se disparó un 41,5% en 2010, sobre todo por parte de Holanda, Francia y Reino Unido. El 21 de marzo, era Rusia la que volvía a incluir a España en la lista de países, cuya deuda podía ser adquirido por el fondo de reserva de aquel país. Son noticias esperanzadoras que confirman que aunque queda recorrido, empezamos a salir del túnel.

Este país es paradigmático por sus excesos y por su movimiento pendular. Hemos pasado de una época en la que gastábamos lo que no teníamos, a otra en la que el miedo y el desánimo nos ha paralizado. Y el pesimismo en el que nos hemos instalado es fruto de una realidad difícil, pero también del sentimiento catastrofista y apocalíptico que transmiten algunos políticos, seudoperiodistas y medios de comunicación, instalados en la crispación permanente, con intereses no del todo claros.

Desde luego no es desde el pesimismo y el catastrofismo como vamos a salir de la crisis. Sin negar lo evidente, ni caer en la autocomplacencia, hay que generar confianza para transmitir a los ciudadanos el convencimiento de que se saldrá de esto con empeño, esfuerzo y con ilusión. Este país ha vivido situaciones mucho mas complicadas que la de ahora y siempre ha salido adelante.

Y a todos esos profetas del Apocalipsis, turiferarios de horrores, agoreros de tribuna, abanderados de un patriotismo alcanforado, representantes de las esencias hispanas mas rancias y trasnochadas, les pediría que si de verdad lo que les interesa es España, arrimen el hombro aportando un mínimo de objetividad, superen su lenguaje soez y tabernario, su eterno cabreo, que seguro que con lo que cobran no tienen motivos para estar constantemente despotricando. ¿O es que cobran precisamente por eso?

Joaquín Mesa Carnerero

1 comentario:

  1. Tiene razón el tipo, pero ademas de salir de la crisis hay que hacerlo bien y sosteniblemente no gastando dinero por que si.

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